El gin tonic perfecto existe y está cerca del dicho popular «menos es más». Como muchas otras cosas en la vida, el gin tonic más rico se hace con pocos ingredientes y es muy fácil.
El gin tonic es la bebida de moda y es muy común pedirlo cuando salimos a comer o a tomar algo. Pero, ¿y en casa?¿Sabemos hacerlo?. Es muy importante saber cómo servir un gin tonic para poder disfrutar del verdadero sabor de este cóctel. Tomá nota y preparate un Gin Tonic como Dios manda.
¿Qué necesitás?
- Gin (entre 50 y 60 ml)
- Hielo
- Tónica (200 ml)
- Algún cítrico: limón, lima, naranja…
- Vaso con la capacidad suficiente para hacer la mezcla.
Algunos tips:
- Lo ideal es que el vaso o copa sea tipo balón para que cuando agarramos el recipiente no lo calentemos con nuestras manos.
- El hielo debe ser grande, compacto y duro. Hay que poner suficiente para que la copa esté fría, pero no tanto como para dificultar el beber. Deben ser hielos grandes para que no se derritan fácilmente y nuestro trago quede aguado.
- El gin debe estar frio y echarlo en la copa desde cierta altura para que se oxigene y libere sus aromas.
- La bebida tónica debe incluirse inclinando el vaso para que se deslice por el cristal y no pierda sus burbujas.
- El gin tonic perfecto se hace directamente en el vaso.
El paso a paso
- Ponemos el hielo en la copa y enfriamos la copa removiendo el hielo con la cuchara dando vueltas, siempre pegado al cristal de la copa. Si el hielo suelta algo de agua en el proceso, la vertemos fuera de la copa.
- Cortamos una rodaja entera de lima o limón y ésta, a su vez, en dos. Con una de ellas, frota suavemente el borde la copa y exprime unas gotas de su zumo en el interior. Coloca la otra mitad de lima en el interior de la copa.
- Servimos el gin. La cantidad oscilará entre los 50 y los 60 mililitros, dependiendo de cada ginebra. Pero ni una gota más ni menos.
- Incorporamos la tónica suavemente, directo de la botella o lata pegada a la copa sin romper la burbuja.
- Por último, removemos para mezclar todos los ingredientes.